Un asesinato anunciado.
El sistema le dio la espalda cuando el juez Wilfredo Viera Garcés, del Tribunal de Río Grande, le denegó una orden de protección permanente y la dejó huérfana de apoyo ante un hombre que mantuvo un patrón de violencia doméstica contra ella.
Y no pasó mucho tiempo.
Tan sólo 14 días transcurrieron hasta que ayer el ex compañero de Aida Otero Cuevas consumara los peores miedos de esta joven de 27 años y madre de dos pequeños.
Ya Marcos A. Gaud Rosa la había amenazado y lo cumplió: la interceptó en su centro de trabajo, el Hospital del Maestro, y la mató.
Este cabron merece que le coman esas nalgas pero bien comidas en la prison. delen la silla electrica sin pena por cabron.
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